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La tecnología NB IoT ha ganado protagonismo como opción para conectar sensores, medidores y dispositivos de bajo consumo. Muchos la consideran ideal por su bajo costo y gran cobertura.
Ahora bien, si tu operación depende de datos en tiempo real, continuidad sin interrupciones y visibilidad total, es fundamental que te preguntes: ¿es realmente la alternativa más adecuada?
En este artículo analizaremos los beneficios, limitaciones y casos de uso de esta tecnología para ayudarte a tomar una decisión informada según las exigencias de tu entorno operativo.
NB IoT: qué es y en qué casos se usa
El NB IoT (Narrowband Internet of Things) es una tecnología de conectividad IoT diseñada para transmitir pequeñas cantidades de datos a dispositivos distribuidos; se caracteriza por su muy bajo consumo energético y por una gran penetración de señal. A diferencia de otras tecnologías, NB IoT opera en bandas estrechas: esto le permite funcionar incluso en lugares con señal débil o estructuras físicas densas.
Su uso es común en aplicaciones donde la frecuencia de transmisión es baja y no se requiere inmediatez. Estos son solo algunos ejemplos de su empleo:
- Sensores de humedad en agricultura.
- Medidores inteligentes de agua o gas.
- Detectores de presión en sistemas de riego.
- Dispositivos de monitoreo ambiental en zonas rurales.
A nivel técnico, se diferencia de otras tecnologías por su menor velocidad de transmisión, mayor eficiencia energética y capacidad para mantenerse operativa en áreas subterráneas o interiores.
Elegir NB IoT tiene sentido cuando la operación depende de un alto número de dispositivos distribuidos que solo deben transmitir datos ocasionalmente. Es el caso de los sistemas de monitoreo pasivo o en la supervisión de infraestructura.
¿Qué beneficios brindaría el NB IoT a tu operación?

Uno de los principales aportes del NB IoT es su bajo consumo energético, lo que permite que los dispositivos funcionen durante años con una sola batería. Esta característica es clave para aplicaciones en terreno donde el reemplazo frecuente de baterías es inviable, como sensores instalados en pozos, válvulas remotas o medidores instalados bajo tierra.
Otro beneficio importante es su alta penetración de señal, lo que lo hace útil en zonas subterráneas, interiores industriales o áreas rurales con infraestructura limitada. Esta capacidad de conexión en condiciones adversas amplía la cobertura efectiva sin requerir refuerzos de red.
Y en aquellos casos donde no se necesita transmisión en tiempo real, el NB IoT ofrece costos operativos bajos en el envío de datos. Esto lo convierte en una solución eficiente para empresas que necesitan conectividad IoT escalable, sin incurrir en tarifas elevadas por tráfico de red.
El valor del NB IoT está en su capacidad de estar siempre operativo con recursos mínimos.
Este tipo de conectividad resulta especialmente útil cuando se prioriza la autonomía del dispositivo, la cobertura extendida y la simplicidad en la arquitectura del sistema de monitoreo.
Limitaciones y riesgos: ¿qué considerar antes de decidir?
Aunque el NB IoT ofrece ventajas para ciertos entornos, no es una solución universal. Veamos cuáles son sus principales desventajas:
- Su diseño técnico está pensado para transmitir pocos datos de forma esporádica: esto limita su velocidad y capacidad de respuesta. En consecuencia, no es apto para aplicaciones que requieren comunicación en tiempo real, como la videovigilancia móvil, el rastreo de flotas o sistemas de control de acceso con respuesta inmediata.
- Es un sistema con alta latencia: la transmisión de datos puede tardar varios segundos o incluso minutos, dependiendo de la red y la configuración del operador. En contextos críticos, esta demora puede generar errores operativos, alarmas tardías o decisiones equivocadas.
- Depende completamente de la infraestructura de red del operador móvil: por tanto, cualquier cambio, congestión o baja cobertura afecta directamente la continuidad del servicio. No hay cambio dinámico de red ni respaldo si el operador falla en un punto del trayecto.
- Su dificultad de diagnóstico: en el momento en que un dispositivo NB IoT deja de reportar, es común que se culpe al GPS o al sistema cuando en realidad se trata de un problema de conectividad restringida. Este tipo de fallas constituye un riesgo importante, genera tickets innecesarios, visitas a terreno y pérdida de eficiencia.
Por todo lo antes expuesto, es fundamental evaluar el entorno de operación antes de implementar NB IoT y no asumir que es la mejor opción solo por su bajo costo o alta duración de batería.
¿Cuándo el NB IoT es la conectividad correcta y cuándo no?

El NB IoT es una tecnología útil, pero no universal. Funciona bien cuando los dispositivos envían paquetes pequeños de datos con baja frecuencia, sin necesidad de respuestas inmediatas ni grandes volúmenes de información. En este tipo de escenarios, su eficiencia energética y bajo costo lo convierten en una opción válida.
Un caso claro es el de los medidores de agua, gas o electricidad, que reportan un dato diario o semanal. En estos entornos, NB IoT permite prolongar la vida útil del dispositivo gracias a su bajo consumo de energía.
Pero esta tecnología no es adecuada para todo. Si tu operación depende de respuestas inmediatas o transmisión constante de datos, el NB IoT se queda corto. Por ejemplo, no es viable para sistemas de videovigilancia móvil, donde la latencia compromete la seguridad; tampoco para rastreadores de vehículos, que deben reportar eventos como desvíos o aperturas en segundos, no en minutos.
Tampoco es recomendable para infraestructura crítica o dispositivos en movimiento, donde los cambios de ubicación exigen mayor adaptabilidad de red. En estos casos, una SIM multioperador sin steering brinda más confiabilidad.
La clave es entender que NB IoT no sustituye otras tecnologías, sino que complementa un ecosistema donde cada dispositivo requiere un tipo de conectividad distinto. Usarlo donde no corresponde solo genera reprocesos, desconexiones y costos ocultos.
¿Qué hacer si necesitas algo más robusto?
Cuando el NB IoT no da abasto, es momento de evaluar otras tecnologías que sí pueden garantizar estabilidad, velocidad y continuidad en tiempo real. Especialmente en operaciones donde una desconexión implica fallos de seguridad, pérdida de trazabilidad o costos operacionales, elegir una opción más robusta puede ser la diferencia entre mantener el control o perder visibilidad crítica.
Una alternativa confiable es la SIM multioperador sin steering, que permite cambiar automáticamente entre redes disponibles sin forzar una prioritaria. Este sistema evita que un dispositivo quede atrapado en una red débil o saturada. Gracias a su capacidad de adaptarse a la mejor señal disponible, resulta ideal para entornos dinámicos, móviles o con alta demanda de disponibilidad, como control de flota, seguridad o retail.
También puedes considerar soluciones combinadas. Por ejemplo, en una cadena logística puedes usar NB IoT para sensores ambientales en almacenes fijos y SIMs multired para rastreo de flota en movimiento. Así, adaptas la conectividad al contexto de cada punto de tu operación, sin comprometer seguridad ni continuidad.
No existe una única conectividad para todo. La robustez viene de elegir la adecuada para cada parte del sistema.
Lo esencial es que se garantice la continuidad operativa, trazabilidad y control técnico de la operación. Una estrategia de conectividad inteligente es aquella que combina lo mejor de cada solución según su función.
NB IoT: la decisión correcta según tus objetivos
Hemos visto que el NB IoT puede ser una excelente solución para casos específicos, como sensores ambientales, medidores de servicios o dispositivos que requieren transmitir pocos datos de forma periódica y sin urgencia. Su bajo consumo energético y buena cobertura lo convierten en una opción atractiva para entornos estáticos y de bajo tráfico.
Sin embargo, también es necesario reconocer sus límites. Recuerda: elegir una tecnología de conectividad no es solo una decisión técnica, es una decisión operativa y estratégica.
Si tu operación requiere datos en tiempo real, reportes constantes, movilidad o una red siempre disponible, es probable que el NB IoT no cumpla con las exigencias del terreno. Ahí es donde tecnologías como las SIM multioperador sin steering marcan la diferencia, permitiéndote tener una infraestructura más robusta, flexible y escalable.
La conectividad adecuada no es la más barata ni la más moderna: es la que sostiene tu operación sin interrupciones. Antes de tomar una decisión, asegúrate de evaluar los requerimientos reales de cada dispositivo, los riesgos asociados a una posible desconexión y la flexibilidad que necesitarás a medida que tu operación crece o cambia de contexto.
Si estás buscando una conectividad IoT que se adapte a las exigencias de tu operación crítica, en Mint Mobile podemos ayudarte a definir la mejor estrategia. Desde soluciones NB IoT hasta esquemas multired personalizados, te acompañamos en el diseño de una conectividad que maximiza disponibilidad, control y eficiencia.
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